Este departamento se caracteriza por la claridad de sus formas, la amplitud de sus espacios y la fluidez de su circulación.

El vestíbulo funciona como un dramático elemento visual y escultural. El pasillo en mármol gris oscuro Rochelle es iluminado por un umbral LED que dibuja líneas de luz de manera geométrica y genera un espacio de transición impactante que anticipa la experiencia al interior.

La sala y una cocina abierta componen el espacio social junto con un comedor dispuesto detrás de una chimenea de hierro doble que divide sutilmente el espacio sin limitar su fluidez. La sala de TV incorpora un centro de entretenimiento con paneles corredizos que resguardan el equipo audiovisual y una biblioteca.

Dos recámaras con baño y closet se articulan a lo largo de un pasillo. Al fondo, la recámara principal con amplios espacios se aprovecha de su geometría irregular para conformar una íntima área de estar en una paleta en tonos neutros que contrastan con el paisajismo al exterior.

La madera de nogal recubre pisos, muros y muebles, unificando cromáticamente los espacios y reforzando el diálogo con los materiales presentes en las encimeras de mármol en tonos fríos que contrastan. Cada detalle, mobiliario, luminarias y acabados fueron seleccionados para fortalecer un lenguaje coherente, funcional y cálido que fusiona arquitectura e interiorismo de manera integral.