El proyecto nace de la remodelación integral del masterplan del Hotel Avándaro. El diseño original contemplaba 14 cabañas, mientras que la nueva propuesta amplía el conjunto a 81 suites, cada una con chimenea, terraza y vistas directas al campo de golf. La intervención parte de la premisa de crear un espacio de convivencia que privilegie la conexión visual y física con el entorno natural.

El proyecto incluyó la remodelación de las cabañas existentes y la construcción de nuevas habitaciones, respetando siempre la materialidad y la estética original, pero incorporando elementos contemporáneos que refuerzan la sensación de lujo y confort con el paisaje.

Se combinaron materiales clásicos como techos de vigas expuestas y muros de mampostería con acabados modernos que evocan calidez y sofisticación. Las suites se adaptan a diversas necesidades de hospedaje, desde individuales hasta estancias familiares, ofreciendo configuraciones que incluyen dos habitaciones, sala y cocina, generando una experiencia cercana a la de una casa completa dentro del hotel.

La sala de estar se concibe como el centro de cada suite: un espacio cálido y funcional donde la luz natural, los materiales y el mobiliario se integran para crear un espacio de descanso.